
Cuando se trata de cuidar la salud cardiovascular, pequeños cambios en la dieta pueden marcar una gran diferencia. Uno de los aliados más potentes, y muchas veces olvidado, es el pescado azul, especialmente en su versión en conserva. Cómodo, accesible y delicioso, este tipo de pescado está repleto de nutrientes esenciales que ayudan a mantener el corazón sano y fuerte.
A continuación, la Dra. Arantza Lopez-Ocaña, especialista en nutrición, nos comparte tres opciones estrella que puedes incorporar fácilmente en tus comidas diarias.
Bonito del Norte
Este pescado no solo destaca por su sabor suave y textura firme, sino también por su perfil nutricional. Es rico en ácidos grasos omega-3, conocidos por su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y aumentar el HDL (el “bueno”). Añadirlo a ensaladas o colocar unas lascas sobre una tostada integral puede convertir un plato simple en una opción nutritiva y llena de beneficios.
Sardinillas txikis
Pequeñas, pero poderosas. Las sardinillas son una de las fuentes naturales de omega-3 más concentradas. También aportan vitamina D, un nutriente esencial para la salud cardiovascular y ósea. La Dra. Lopez-Ocaña recomienda consumir también la espina, ya que es rica en calcio y vitamina D. Pruébalas sobre pan integral o en una ensalada fresca para una comida completa y saludable.
Anchoas del Cantábrico
Las anchoas son una joya del mar. Están cargadas de grasas saludables que ayudan a regular los niveles de lípidos en sangre. Su sabor intenso permite reducir el uso de sal en las preparaciones. Úsalas para dar un toque especial a platos como ensaladas, pasta o incluso huevos revueltos, acompañándolas con especias como ajo, cebolleta o un poco de pimentón.
Consejo extra de la Dra. Arantza Lopez-Ocaña:
Incluir pescado azul en tu dieta entre 2 y 3 veces por semana es una manera sencilla y sabrosa de cuidar tu salud cardiovascular. Las conservas, además de prácticas, son una opción ideal para mantenerte en el camino del bienestar sin complicaciones.
En resumen, pequeños gestos como abrir una lata de sardinillas o preparar una ensalada con bonito pueden tener un impacto enorme en tu salud. Así que la próxima vez que planifiques tu menú semanal, no olvides incluir estas joyas del mar. Tu corazón, y tu paladar, te lo agradecerán.