Nuestros arrantzales están en plena Costera de la Anchoa del Cantábrico, una época muy especial en Conservas Serrats. Pronto iremos a la lonja a recoger las primeras anchoas del Cantábrico, una auténtica joya que esperamos con los brazos abiertos, para poder elaborar nuestras conservas de filetes de anchoas y boquerones.
Llevamos el amor por la anchoa del Cantábrico en el ADN. Ya en 1890 José Serrats llegó desde L’Escala a Bermeo buscando a su gran amor, la mejor y más fresca anchoa del Cantábrico. Allí fundó la primera fábrica de Serrats donde las preparaba en salazón, de una forma similar a como seguimos haciendo cinco generaciones después.
Mucho ha llovido desde entonces, pero el deseo de ofrecer unas conservas de la máxima calidad ha permanecido invariable. Y para ello, junto con la elaboración artesanal, la clave está en la materia prima. Y en el caso de las anchoas, la anchoa del Cantábrico de Costera es inigualable.
Engraulis Encrasicholus
Como bien sabía José Serrats, no todas las anchoas son iguales. La anchoa es un pescado emigrante, cuya denominación científica es “Engraulis” y dependiendo de la zona de captura su segundo nombre cambia y también la calidad de su carne.
En Conservas Serrats solo utilizamos la “Engraulis Encrasicholus”, la de más alta calidad, pescada en el Golfo de Bizkaia por la flota de bajura en el Cantábrico entre los meses de abril y junio, cuando está en su punto óptimo de grasa y sabor.
Y con esta joya, procedemos a elaborar de nuestras conservas de anchoas del Cantábrico y boquerones para que podáis disfrutarlas en vuestros hogares.
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