El temporal que durante los últimos días ha visitado el País Vasco de nuevo ha afectado gravemente a nuestro querido Bermeo. Una vez más la madre naturaleza quiere castigar la costa y el puerto y, apenas un mes después, el mar ha querido convertirse en un nuevo vecino.
El agua ha entrado con una fuerza espectacular perjudicando a los arrantzales y todos los materiales que tenían dentro de sus lonjas. Las olas se han convertido en gigantes de agua que han devuelto al puerto a una situación de desastre. Ya se están llevando a cabo actividades por parte de operarios para reconstruir el dique arrasado por la fuerza de las olas.
Las tareas de reparación se complican para los bermeanos, pero el ánimo y las ganas de volver a la normalidad son más grandes y más fuertes que la intensidad de la naturaleza marina. Esperemos que esta ciclogénesis se tome un respiro por un buen tiempo y así se pueda devolver la tranquilidad y normalidad al puerto. Queremos aprovechar también estas líneas, para agradecer a todas aquellas personas que nos están llamando preocupadas por la situación que estamos viviendo y sobre todo para agradecer su esfuerzo y entrega a todos los que están prestando su ayuda para devolver a Bermeo a una situación de normalidad.