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Elena es una Donostiarra muy animada que sabe bien cómo organizar una fiesta para los amigos. Os cuento… Desde hace muchísimos años (133 nada menos) se celebra en la capital guipuzcoana la «Bandera de la Concha»,competición de regatas de primer nivel en la que participan traineras de toda la cornisa Cantábrica. La prueba se celebra en la Bahía de la Concha, y da la casualidad de que el piso de Elena tiene unas espectaculares vistas de la misma, así que cada año al comenzar septiembre organiza junto a su hijo Jabi y su nuera Maitane un festín en el que se juntan ¡más de 20 personas!

Serrats presente en la fiesta

Hace años que tenemos la oportunidad de asistir a la fiesta, y podemos decir que cada uno supera al anterior, que el ambiente es magnífico y que nos juntamos 3 generaciones diferentes en torno a una mesa repleta de pintxos (como no podía ser menos en Donosti) Nunca faltan el mejor vino, cava y cerveza así que es muy difícil no encontrar algo del gusto de cada uno, además, Elena  conoce las Conservas Serrats y todas sus posibilidades y les saca buen partido como podéis observar en las siguientes fotografías, en las que nos muestran una pequeña parte de los pintxos que preparan

 

Los Pintxos:

Las Gildas. ¡Son todo un clásico en Donosti! No hay pintxo más simple y a la vez más apetitoso. Si los americanos tienen su Dry Martini con aceituna como aperitivo, Elena gasta mucho mas glamour, y añade una anchoa de Conservas Serrats y una guindilla (piparra) y lo ensarta en un palillo. Acompañado de un buen tinto, la gilda siempre prepara el estómago para una buena comilona…

El Bonito: Un buen pedazo de Bonito en Conserva, cebolleta tierna por encima, y un chorro de aceite de la propia conserva regando el conjunto. Ni más, ni menos. Ya os he hablado alguna vez del placer de meterse un buen pedazo de bonito en la boca, y disfrutar de su sabor sin enmascararlo. Probadlo así. tal como sale de la lata o el frasco, a bocado limpio, o como lo preparó Elena, ensartado en su palillo. Es de ese tipo de pinchos que hay que comer haciendo un ángulo de 45º con el cuerpo ¡para que el aceitillo no gotee en la camisa!

Los Boquerones: Otro pintxito que no tiene más misterio que el de abrir una lata y aliñar con un buen aceite y un poco de perejil. Jabi nos dice que si llega a tardar un minuto en sacar la foto, en vez de boquerones, hubiese aparecido un plato con 20 palillos. Los invitados tienen buen saque, y entre que me asomo a ver las traineras, y que me paso por la mesa, ¡los pintxos vuelan!

Huevos rellenos: Otro clásico. En este caso los nietos de Elena, Xabi y Gorka, colaboraron en la preparación mezclando la yema con la mahonesa y el Bonito del Norte, y por cada cucharada que rellenaba el huevo, ¡dos iban a la boca! Aún así, los pintxos salieron a lucir en la mesa frescos, suaves y deliciosos. Ocho manos aparecieron de la nada, y de los huevos nunca más se supo XD

Ajoarriero: De procedencia navarra (como la propia Elena) el bacalao al ajoarriero es un plato con mucho fundamento. No en vano lo desayunan los mozos en San Fermín para recuperar fuerzas tras una noche de excesos. El bacalao  se mezcla con pimiento rojo y tomate y se sofríe, y en este caso, puesto sobre tostaditas se convierte en un pintxo de sabor contundente  y delicioso.

¡Hubo muchísimos pintxos más!

Langostinos a la vinagreta
Pulpo a la vinagreta

Tras muuuucho rato comiendo, bebiendo y disfrutando de las espectaculares vistas de la bahía, generalmente los jovenes vamos cayendo en los sofás mientras los más mayores siguen en torno a la mesa, al pie del cañón demostrando su casta norteña… Tortilla de patatas, volovanes de hongos, pimientos de Gernika, jamón ibérico, Foie recién hecho, salmón ahumado, chorizo, empanada… queda mucha comida aún y hay que ir dándole salida. ¿Un vasco abandonar la mesa con comida delante? ¡¡Deshonor!!

Elena, con el vestido de colores, y sus amiguetes disfrutan de las vistas (de la bahía y de la mesa)

Al final, cuando ya no queda un hueco en el estómago llegan los pasteles y la fiesta está completa. Para seros sincero, al final las regatas suelen quedar en un segundo plano. Ante una mesa de ese nivel y unos buenos amigos en torno a ella cualquier otra cosa pasa desapercibida. Ya contamos los días para las siguientes regatas, y para volver a ver a Elena siempre con su sonrisa radiante, como la Señora que es, luciendo ante su mesa llena de pintxos hasta los topes.

Ibai ha localizado algo que le gusta. El ataque es inminente.

¡Un saludo, amigos! Disfrutad del finde y no olvidéis enviarnos vuestras recetas.

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