Hoy os vamos a contar diferencias entre el pescado azul y el pescado blanco. Seguro que ya sabéis que el pescado es un alimento muy saludable por las numerosas propiedades que tiene; pero existe una amplia variedad que podemos incluir en nuestros menús, y dichas propiedades cambian según las características de cada pez.
- Ejemplos de pescado azul: anchoa, atún, bonito del norte, sardina, caballa, cazón, chicharro, palometa, pez espada, angula, anguila, salmón…
- Ejemplos de pescado blanco: gallo, rape, merluza, lenguado, bacalao, cabracho, congrio, rodaballo…
A grandes rasgos, según la proporción de grasa que tengan en su músculo, podemos distinguir distintos tipos de pescado: azul y blanco (asimismo, dependiendo de la época del año, un pescado azul o blanco se convierte en semigraso, al cambiar el contenido en grasa de su cuerpo). Esto nos lleva a la primera diferencia. Veámoslas una a una:
- Grasa: El pescado azul hace grandes viajes y, para ello, necesita acumular grasa en sus músculos. El blanco no necesita desplazarse, porque encuentra su alimento cerca; por eso acumula menos grasa. El pescado blanco tiene un 2% de grasa, y el azul entre un 5% y un 10%.
- Color: La segunda diferencia está relacionada con la primera, ya que la cantidad de grasa influye en el color (la grasa aporta una tonalidad azul, de ahí su nombre).
- ¿Dónde vive? El pescado azul nada cerca de la superficie y el blanco en capas cercanas al fondo.
- Cola: Los pescados azules suelen tener la cola en forma de flecha; en cambio en los blancos el borde de la cola es más recto, plano o redondeado. La cola en forma de flecha del pescado azul es de gran ayuda para los grandes desplazamientos que mencionábamos en el primer punto.
- Propiedades nutricionales: Ambos son ricos en proteínas de calidad, minerales y vitaminas, pero nutricionalmente hay algunas diferencias:
- Al tener menos grasa, el pescado blanco tiene menos calorías que el azul.
- Pero las grasas del pescado son ácidos grasos insaturados, sobre todo Omega 3, por lo que el pescado azul es más rico en este tesoro.
- En cuanto a las vitaminas, al ser más graso, en el pescado azul predominan las vitaminas liposolubles. Es decir, tienen más vitamina D, E y A que el blanco, que es rico en vitaminas del complejo B (muy ricos en B12).
Entonces, ¿cuál elegir? Lo ideal, sin duda, es la variedad; de esta forma aprovecharemos las propiedades de todas las especies.
Os recomendamos consumir pescado como mínimo cuatro veces a la semana; de éstas, al menos dos raciones de pescado azul y en el caso de problemas cardiovasculares, lo aumentaríamos a cuatro.
Pero recordad, a la buena alimentación hay que acompañarla de otros hábitos saludables y por supuesto de ejercicio diario. ¡Buen provecho!