Cada poco tiempo volvemos a los pintxos, a los de toda la vida. Los que siguen un proceso artesanal en su preparación, manual en su montaje, y rápido a la hora de comer. En este caso, el pintxo nos lo envía Anna, y es todo un homenaje a la cocina tradicional en miniatura. En una época en la que están tan en boga las esferificaciones, emulsionados, deconstruciones, etc…, echar mano de los productos y las técnicas de toda la vida siempre es un acierto. Y una escalivada sobre un buen pan crujiente y una anchoa de calidad coronando el conjunto no necesita nada más. Si acaso un tinto con cuerpo y buena compañía.
Ingredientes:
- 1 pimiento rojo
- 1 berenjena
- 1 cebolla
- 1 lata de Antxoas del Cantábrico Serrats de 50 grs en aceite de oliva
- 1 barra de pan cortada en rebanadas
Preparación:
- Para preparar la escalivada, precalentamos el horno a unos 180 º C durante 10 minutos
- Ponemos la berenjena, el pimiento rojo y la cebolla en una bandeja, para luego meterla en el horno durante 25 minutos
- Abrimos el horno y le damos la vuelta a las hortalizas y lo dejamos otros 25 minutos más
- Apagamos el horno, sacamos la bandeja y envolvemos en papel de periódico cada cosa por separado (Anna nos cuenta que así se pelan mejor)
- Cuando se enfríe lo pelamos y quitamos las semillas
- Cortamos todo a tiras
- Tostamos el pan que vamos a usar de base del pintxo
- Le colocamos encima un poco de cebolla, pimiento y berenjena
- Añadimos un chorrito de aceite (aprovechamos el que trae la lata que queda mucho mejor)
- Por último decoramos con anchoas Serrat
¡Que poquito van a durar, Anna!