Hace unos días quisimos sorprender a una de nuestras trabajadoras con un gran ramo de rosas. El motivo lo merecía con creces… ¡María Luisa Garrido cumplía 45 años trabajando en nuestra fábrica de Conservas Serrats!
Maria Luisa llegó a la fábrica justo antes de cumplir los 15 años… ¡Y acaba de cumplir 45 años dentro de Serrats! Es la mayor de cuatro hermanos, y por detrás tiene a tres chicos que también han estado vinculados con la mar.
Su memoria está llena de anécdotas. Esta es una de nuestras favoritas:
«Una vez contrataron en la escuela un maestro nuevo, de Zamora… Llegó la campaña de la anchoa (abril) y cuando entró en clase se encontró ¡sin alumnos!»
Y es que en aquella época funcionaba así, cuando en nuestro puerto descargaban la anchoa del Cantábrico, no había escuela que valiese; todos los niños del pueblo se iban a ayudar a sus mayores a limpiar la anchoa de tripa y cabeza para ponerlas en el salazón.
Mª Luisa nos cuenta que a lo largo de todos estos años ha pasado por todos los puestos del proceso de elaboración; además ha conocido dos fábricas y a tres generaciones de “Serrats”.
Recuerda con cariño la primera tarea que se le asignó en Serrats: el «rascado». Consiste en ir “rascando”, es decir, quitando con un cuchillito afilado la piel e impurezas del pescado para que quede así, ¡blanco y bonito!
Su segunda tarea en la fábrica, nos dice, fue ir rellenando de aceite las latas que ya contenían el pescado. Parece que esto le aburría más. ?
Hablando con ella, nos damos cuenta cómo han cambiado los procesos y la forma de hacer las cosas. Por ejemplo, ya casi nadie sabe que nosotros fabricábamos nuestras propias latas; y también en este caso, Mª Luisa era una de las especialistas en cortar la hojalata.
Nos gusta tenerla en la fábrica, estamos orgullosos de contar con ella y con su grandísima experiencia.
¡FELICES 45!
ZORIONAK!